martes, 8 de noviembre de 2011

¿Cuentos de hadas?

Es como creer en un cuento de hadas. Creerte una princesa, esperar a que llegue algún día tu príncipe azul. Ese príncipe que te sacará del dolor y te llevará a la felicidad. Ése que te hará sentir como una verdadera princesa. Ése típico cuento de hadas en que todo acaba bien. Ése imposible cuento. Crees en un cuento, que algún día te llegará tu príncipe, que te salvará. Es entonces cuando abres lo ojos. Abres los ojos y caes en el cruel mundo, en la realidad. Donde no todos podemos ser príncipes ni princesas. Donde no existen los finales felices. Donde tienes que aprender a vivir, con ayuda o sin, con suerte o no. Donde lo único que quieres es alejarte de esa cruda realidad…
Y nos preguntamos, ¿de verdad tiene que ser todo tan difícil? ¿No hay una posibilidad de hacer que todo sea mejor? Pero normalmente no obtenemos respuesta alguna. Todo depende la suerte de cada persona. Y, la suerte, ¿quién la decide? Esa cantidad de preguntas que pueden pasar por tu cabeza, que jamás podrán ser respondidas.
Así pues, ¿por qué de pequeños nos acostumbran a los cuentos de hadas, si en verdad no existen? Nos intentan hacer ver que todo es posible y bonito, pero no es así. Aún así, nos engañan. ¿Por qué? Quién sabe. Así de pequeños somos felices, y cuando nos vamos haciendo mayores caemos de cabeza en la realidad.

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