viernes, 15 de junio de 2012

Sin respuesta.

Jamás lograré entender a las personas. La gente, la sociedad, el mundo en general. O más todavía: la vida en si. ¿Qué coño es todo esto? ¿Qué hacemos existiendo? Todo un misterio, sí. Algo que no creo que se consiga averiguar. Al fin y al cabo, no podemos entenderlo todo. ¿Os imagináis una vida sabiendo el por qué de todo? Yo tampoco. No tendría sentido vivir sin misterios.
El mayor misterio de todos, somos nosotros mismos. Formas de actuar, pensar, sentir, que ni la misma persona entiende. Nos contradecimos tanto, que incluso contradecimos el hecho de contradecirnos. ¿Y por qué tenemos la capacidad de contradecirnos? O la de entender, la de que querer saber, la de decidir, la de amar. ¿Por qué todo esto? Un misterio. Como todo.
Pero los misterios no están para entenderlos. Sino ya no serían misterios.